Bailando sobre los escombros, Historia Crítica del Rock Latinoamericano

Carlos Polimeni

Como la mayor parte de los libros que hablan de rock en las tierras Iberoamericanas “Bailando sobre los Escombros” se inicia con el relato de los orígenes del Rock & Roll y alguna data sobre Elvis y The Beatles. Cumplido este trámite casi burocrático nos introducimos en el fondo de la cuestión. Hay casi una historia oficial que dice que la primera obra del rock argentino es el tema “Rebelde” de los Beatniks. Para sustentar esta afirmación Polimeni comenta que el álbum de los Gatos Salvajes está constituido por covers. Lamentablemente tengo que interpretar que el autor no solo no ha escuchado este disco sino que ni siquiera se molestó en dar un vistazo al listado de temas, constituido fundamentalmente por temas de la autoría de Nebbia. Se repite la constante fantasía de la ausencia de rock en castellano en España y se ignora olímpicamente el interesante movimiento de rock catalán de principios de los 70s, tal vez por no estar cantado en castellano sino, como era de esperarse en Catalán (una incoherencia de la obra si se tiene en cuenta que se habla del rock en Brasil). Uno de los pasajes más lamentables del libro es aquél referido a México. Para el autor entre el Festival de Avandaro y la llegada de Soda Stereo y Zas no hubo rock en este país. Nuevo México, Música y Contracultura, Nazca, Caja de Pandora, Chac Mool, Galie, Jorge Reyes, Iconoclasta y otras decenas de bandas y músicos, simplemente no existieron para esta historia. No puede hablarse acá de lo necesariamente incompleto de una obra reducida, cuando se está obviando un periodo completo que abarca desde mediados de los 70s hasta los 90s. En Brasil parece ser que el ejemplo de rockero es Caetano Veloso por que no se nombran Secos e Molhados, O Terco ni a Casa das Maquinas entre otras tantas. Solo se menciona la existencia de Os Mutantes, demasiado importantes para ignorarlos. Aquí se desarrolla un punto de vista interesante. Las bandas o músicos parecen ser importantes solo al ser “descubiertos” por algún artista del norte como Kurt Cobain o David Byrne.. Al lado de todo esto que se confunda a Musicasión 4 ½ con un disco de El Kinto, que no se nombre a Jesús o Días de Blues o que se insinúe la existencia de bandas de rock sinfónico en Uruguay (creo que la primera experiencia se hizo fuera del territorio uruguayo con la obra El Profeta de Armando Tirelli) no es demasiado sorprendente. De la misma forma que solo se mencione a Los Jaivas en Chile mientas se escribe en extenso sobre Los prisioneros me parece un despropósito, aunque estamos en terrenos de materia opinable. Polimeni pertenece a Página 12 un medio que con currículum de progresista pertenece al llamado Grupo Clarín, portavoz muy frecuente de los grupos de poder de Argentina. Últimamente se lo ve como opinólogo en diversos programas de la farándula y entiendo tiene un lugar en el canal de TV oficial del gobierno de Duhalde (programa sobre el que he recibido buenos comentarios, lo comprobaré personalmente. Siguiendo esa línea de conducta su libro pretendidamente rebelde es funcional a los intereses de la MTV y su penoso concepto de rock latino. Me cae simpático Polimeni y frecuentemente coincido con sus opiniones. Debo pensar que no se ha dado cuenta que los tiempos están cambiando, el público tiene acceso a información y ya no se puede ser improvisado en el momento de iniciar una obra de este tipo. A menos que esté escrito para los incondicionales de la misma MTV.

• Origen: Argentina 2001
• Idioma: Castellano
• 192 págs.
• Ed: Editorial Biblos, Colección Latitud Sur.